La apuesta de Dios. Los 50 años del libro espacio para ser hombres: de José Míguez Bonino. Parte 2
Parte 2
El segundo capítulo titulado: ¿Existe el hombre? es una síntesis sencilla de antropología cristiana, la importancia de la humanización y de la libertad humana y cristiana para recomenzar el proyecto de Dios. Ese Dios que elige -por amor y porque es libre- retirarse, distanciarse y auto-limitarse para crear ese espacio en el cual el ser humano – como imagen de Dios- pueda crecer en libertad. Y como socio de Dios trabajar con Él y : “…participar en su proyecto para el mundo, a hacer nuestro ese proyecto”[1]
Va a presentar orientaciones de las diferentes dimensiones de esa humanización y de esa participación: en la vida eclesial, política, social y en las dimensiones cósmicas/ ecológicas. Pero en todas ellas habrá un hilo común que atraviesa esta aventura humana: buscar la plenitud humana en el amor, desde las enseñanzas y vida de Jesús de Nazaret: “Sean pues misericordiosos y perfectos como vuestro Padre celestial es misericordioso y perfecto“[2]. En sintonía con la tradición wesleyana sostiene:
“Perfecto es el que ama como Dios ama…la perfección es el proceso de madurez en el cual vamos aprendiendo a ejercer responsablemente el amor en cada nueva etapa, en cada nuevo horizonte, de la vida personal y de la historia. -Vayan creciendo en amor hacia la plenitud-. Ese es el sentido de lo humano.”[3]
En el capítulo 3 ¿Hay una vida antes de la muerte?, nos orienta desde la realidad presente hacia temas de la esperanza y escatología cristianas. Incluye temas tan importantes para esa época y para la nuestra como: las imágenes de la vida futura, una interpretación del cielo y el infierno, el valor del cuerpo y la materialidad para la fe bíblica. Y otra vez el amor como cimiento clave en esta construcción del Reino o proyecto de Dios para la humanidad. Como la fe genuina que busca justicia, que opera en el amor hacia Dios, al prójimo, a uno mismo y la creación toda. Anticipando el reino de Dios en nuestras vidas y contextos actuales. Pone dos ejemplos del amor en el ministerio de Jesús: el de la mujer “modelo de entrega al reino”, que derrama su perfume costoso en Jesús y la parábola de las ovejas y cabritos en Mateo 25 (con su identificación con los que sufren). Y sentencia: “un acto de amor no queda nunca sin futuro”[4]
El último capítulo: ¿Hay alguna seguridad?, es un claro llamado a caminar con Jesucristo y seguirle. El Jesucristo testificado en los evangelios y en el Nuevo testamento, que nos perdona y nos acepta en su gracia. Y que espera nuestra respuesta de fe y seguimiento, porque:
“nos invita a jugarnos la vida… Un gran pensador cristiano, Pascal, lo llamaba “la apuesta “. Nos agrade o no la comparación, su sentido es exacto. …en medio de las dudas es todo lo que tenemos para nuestra fe: un tal Jesús de Nazaret que nos dice: Ten confianza y al final veras”.[5]
En su primer capítulo José Míguez Bonino afirmaba que Jesucristo es la apuesta que Dios hizo por la humanidad: para que volviera y se una a Él y su proyecto. Ahora somos llamados nosotros/as por Jesús a apostar, a que nuestra vida sea una apuesta por El y su proyecto. Una apuesta que está certificada por Jesús mismo. Su propia vida es una garantía. Si alguna vez hubo verdadera humanidad, un humano cabal fue el. “Jesús documentó una vez y para siempre el mensaje que nos habla de un Creador, del Dios de amor que quiere elevar a la humanidad y colocarla en el camino de un mundo nuevo. Lo documentó con su vida. Y en la resurrección.”[6]
Si bien el libro enfatiza -desde la teología de la alianza creacional -a la historia como escenario de la voluntad de Dios y la libertad humana, es central el rol de Jesucristo y la nueva alianza de salvación, donde se afirma la necesidad de redención del ser humano.
Hacia el final del libro esta visión cristo céntrica aparece cuando se trata de explicar, para creyentes y no creyentes, el significado de la fe cristiana. Para Míguez los seres humanos llegan a Jesucristo por dos caminos, el del desafío y el del consuelo (los cansados o golpeados por la frustración de la vida). “Pero ambos hallan una respuesta única y a la vez personal: la aceptación y el perdón.” [7]
Y expresa una advertencia muy relevante para estos tiempos de individualismo religioso y espiritual:
“Quien acepte el desafío de Jesús, sin embargo, muy pronto descubrirá que el mismo cala mucho más hondo de lo que pudo suponer inicialmente. La invitación a cambiar el mundo se vuelve de inmediato sobre quien la acepta para interrogarlo: Tú que deseas transformar el mundo ¿estás ya transformado?… ¿Estás realmente persiguiendo el Reino de Dios, el servicio del prójimo, o estás buscando solamente una nueva forma de satisfacción y promoción propia?”[8]
En fin, un libro para leer y volver a leer, de uno de nuestros ancestros recientes en la fe. Creo que nos llama a agradecer a Dios por estos 50 años, de esta obra personal y colectiva. Por las ideas y sentires teológicos que nos siguen interpelando ahora. Y nos desafía a apostar nuestra vida por Jesús y su proyecto, a ser creativos con los espacios que Dios nos da hoy, para que nos animemos a crear nuevas obras escritas, habladas, etc.
Nuevas melodías del mensaje del Evangelio que es poder y sabiduría de Dios – al decir de Pablo-. Que podamos llegar a las nuevas generaciones, ante nuestros desafíos éticos y vitales: falta de sentido, justicia alimentaria, de tierra, techo y trabajo, de género, climática, etc.. Siendo creativos con los nuevos formatos que hoy se necesitan. Seguir viviendo y proclamando las Buenas noticias de Jesucristo, en la certeza de que por su Espíritu: “un acto de amor no queda nunca sin futuro”.[9]
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[1] José Míguez Bonino, Jesucristo, la apuesta de Dios: espacio para ser hombres. 2° edición. (Buenos Aires, Argentina. Editorial La Aurora, 1990), 21. Las siguientes citas corresponden a esa 2° edición que tiene unos breves capítulos agregados con temas sobre la violencia, los Derechos humanos, los pobres y la evangelización. (Aclaración: si bien aparece la palabra “hombre” en sus páginas y en el título del libro- como se usaba hace 50 años-, está claro que el autor se refiere a ser humano/ humanidad.).
[2] Mateo 5:48: https://www.biblegateway.com/passage/?search=Mateo%205%3A48&version=NBLA. Lucas 6:36: https://www.biblegateway.com/passage/?search=Lucas%206%3A36&version=LBLA. Accesado Septiembre 19, 2025.
[3] José Míguez Bonino, Jesucristo, la apuesta de Dios, 57
[4] Ibid. 69
[5] Ibid. 96
[6] Ibid. 97
[7] Ibid. 99
[8] Ibid. 98
[9] Ibid. 70

