Wesley en nuestro mundo

 In Caminando en Justicia, Teología y Cultura

Juan Wesley (1703-1791) no fue un teólogo sistemático. A pesar de sus formidables credenciales, pasó la mayor parte de su vida ministerial a caballo, viajando por toda Inglaterra (brevemente en Estados Unidos de Norte América), predicando donde se le permitía. Sin embargo, el estudio cuidadoso de los Sermones de Wesley definitivamente revela una teología y tradición wesleyana particular. Wesley estaba más interesado en las implicaciones prácticas de la conversión y de la vida cristiana. La “perfección cristiana” o la “entera santificación” eran términos vacíos si no se exteriorizaban desde las personas a sus comunidades. Hay tres áreas en particular expuestas en los Sermones de Wesley que la Iglesia contemporánea se beneficiaría enormemente si volviera a tomar el manto del wesleyanismo.

En su sermón 26: Sobre el Sermón de Nuestro Señor en la montaña (Sexto discurso), Wesley usó Mateo 6: 1-15 para inculcar el principio tan necesario de la motivación correcta para las obras de piedad y misericordia. En otras palabras, para Wesley no importaba qué obras hicieras, si no las hacías con el deseo interno de agradar a Dios y no a los hombres. Él escribió: «Pero guárdate de hacer la menor cosa teniendo por fin tu propia gloria. Si tienes deseo de obtener la gloria que viene de los humanos, todo lo que hagas con tal propósito de nada valdrá. No se hace para el Señor y él no lo acepta».[1] Esto es increíblemente importante en una época en la que los medios digitales dan forma a nuestras identidades públicas. Todo se basa en la búsqueda interminable de “clics” y “likes”. Incluso hasta los cristianos caen presos ante el encanto de publicar en plataformas digitales todos sus actos de caridad, evangelismo, alcance y piedad. Las parodias que se burlan de “Instagram Christian Girl” revelan el problema muy serio detrás del aparente comportamiento inocuo de publicar imágenes de Biblias abiertas y tazas de café. La tradición wesleyana advierte contra perseguir la alabanza de las masas. Además, la transformación moral de una persona se hace en la oscuridad, a puertas cerradas, en intimidad con Jesús. Si queremos ver una iglesia moralmente recta debemos prestar atención a la advertencia de Wesley.

Adicionalmente, Wesley impugnaría a la Iglesia moderna, particularmente en Occidente, por su exceso. En su sermón 27: Sobre el Sermón de Nuestro Señor en la montaña (Séptimo discurso), Wesley explora una vez más el capítulo 6 de Mateo, pero esta vez estableciendo sus pautas sobre el ayuno. Wesley da varias razones para la importancia del ayuno en su sermón, recordando a la Iglesia que la falta de control en la alimentación evidencia una falta de control en otras áreas. Él escribe: «Recuerdan asimismo que la saciedad de pan aumentó no sólo su frivolidad y descuido del espíritu, sino también sus torpes y malos deseos, y aun sus afecciones impuras y viles».[2] La increíble cantidad de personas con sobrepeso en Occidente en general y en los Estados Unidos en particular, es un síntoma de los estilos de vida excesivos vividos por la mayoría en nuestra sociedad. Aquí la Iglesia tiene la oportunidad de ser contracultural y moralmente ejemplar.  ¿Cuál es la necesidad de las exageradas porciones servidas en la mayoría de las mesas de los restaurantes y en los hogares? ¿Qué estamos realmente tratando de medicar en nuestra alma con alimentos que el Evangelio no puede curar? Además, con la cantidad de personas que pasan hambre fuera de Occidente, ¿no podríamos consumir menos? ¿Qué hay de la ordenanza de que nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo? Wesley continúa profundizando en la falta de ayuno escribiendo: «La quinta razón, y una más poderosa, para el ayuno es que ayuda a la oración, especialmente cuando señalamos períodos largos para la oración privada».[3] ¡Qué podría hacer la Iglesia si orara y ayunara! La transformación moral de nuestras comunidades seguramente se aceleraría. Al llevar vidas que ejemplifiquen la moderación en todos los aspectos, incluida la forma en que comemos y unir la oración con el ayuno, la Iglesia podría ser realmente una fuerza a tener en cuenta.

Por último, la tradición wesleyana aconsejaría a la Iglesia occidental que convirtiera no solo sus corazones sino también sus billeteras. En su sermón: El uso del dinero, Wesley acuña la famosa frase: «gana todo lo que puedas, ahorra todo lo que puedas y da todo lo que puedas».[4] Usando Lucas 16:9 como base bíblica, Wesley expone a los cristianos cómo debería ser su relación con el dinero. Primero, «gana todo lo que puedas» amonesta directamente a ganarse la vida o incluso a ganar riqueza de una manera honesta. Wesley escribe expresamente: «no debemos obtener dinero a expensas de la vida»[5]. (Por ejemplo, pongamos el caso de Planned Parenthood: según su propio Informe Anual 20206-2021, Planned Parenthood obtuvo un ingreso de 1714.4 millones realizando 383, 460 abortos).[6] Esto es moralmente reprensible y corresponde a la Iglesia hacer todo lo posible para detener todo el apoyo monetario para esta entidad. Si la Iglesia realmente tomara esto en serio, Planned Parenthood habría cerrado sus puertas hace mucho tiempo ya. Además, Wesley insiste en que «gana todo lo que puedas» no debe ser a expensas de tu vecino. Él escribe, «No podemos menoscabar las ganancias de sus cosechas, o quizá sus tierras y sus casas mismas, o cazando sus animales, inflando las cuentas (ya sea por servicios médicos, por honorarios legales o por cualquier otra razón), o requiriendo y cobrando altos intereses que hasta la ley prohíbe».[7] Incluso sí solo los dueños de negocios cristianos realmente siguieran estas prácticas comerciales éticas, comunidades enteras florecerían. Si el propio sistema económico capitalista de un país fuera justo y ético, las repercusiones se sentirían en todas las áreas de la sociedad.

Wesley pasa ahora a «ahorra todo lo que puedas». Esta es una invitación a vivir vidas simples, mínimas.  Wesley escribe: «No desperdicies nada de tan precioso talento meramente en gratificar los deseos de los ojos con superfluos o caros atavíos, o con ornamentos innecesarios. No malgastes nada de él en adornar tu casa curiosamente con mobiliario caro y superfluo; en fotos carísimas, cuadros costosos, molduras caras, libros; en jardines elegantes (en lugar de jardines útiles)».[8] La sociedad cristiana suburbana tiene mucho que aprender de Wesley. ¿Cuánto del dinero gastado en la renovación de cocinas, asociaciones de propietarios para financiar comunidades cerradas, viajes de compras de Hobby Lobby podría invertirse, por ejemplo, en otorgar préstamos a propietarios de pequeñas empresas en comunidades empobrecidas? Dinero gastado en la elevación de nuestro prójimo en lugar de los muebles innecesarios vendidos por el sistema de mercadotecnia. Finalmente, Wesley insta a sus hermanos a «dar tolo lo que puedan». Él obliga a la Iglesia a entregar no sólo su vida en el servicio, sino todos sus recursos, para ser puestos a disposición de Dios.

Wesley concluye su sermón: El uso del dinero, con lo siguiente: «Yo les ruego, en el nombre de Jesucristo, que actúen a la altura de la dignidad de su llamado».[9] La tradición wesleyana es una de práctica y no de estudio doctrinal clínico. Se basa en las Escrituras y en la cuidadosa enseñanza de Wesley y aquellos que se preocuparon por salvaguardar su legado. Pero la tradición wesleyana es una que no permanece ociosa ante la necesidad humana, aquellas que son del alma y del cuerpo. Si la Iglesia tomara en serio la tradición wesleyana, su charla de amor y compasión en realidad sería una fuerza transformadora en nuestro mundo en lugar de una publicación de Instagram, de un desayuno completo junto a una Biblia, en una casa de 2,500 pies cuadrados detrás de una comunidad cerrada.

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[1] Juan Wesley. Obras de Wesley. Tomo II. Sermones II, Justo L. González (Ed.),Tennessee, Providence House Publishers, 1996, p.138

[2] ibid., p.170

[3] ibid., p.171

[4] Juan Wesley, Obras de Wesley. Tomo III. Sermones III, Justo L. González (Ed.), Tennessee, Providence House Publishers, 1996, pp.221-238

[5] ibid., p.224

[6] n/d Informe anual de Planned Parenthood 2020-2021 “Aquí por una razón”. Último acceso: 4 de noviembre de 2022. Chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.plannedparenthood.org/uploads/filer_public/40/8f/408fc2ad-C8C2-48DA-AD87-BE5CC257D370/211214-PPFA-AnnualReport-20-21-C3-Digital.pdf.

[7] Wesley, op.cit., p.226

[8] ibid., 231

[9] ibid., p.237

Paola Alejandra Rodriguez nació en Puerto Rico, pero desde hace 30 años reside en Orlando.  Actualmente es Pastora titular de Renuevos en Plenitud, Iglesia del Nazareno en la misma ciudad.  La Pastora Rodriguez tiene dos bachilleratos, uno en psicología y el otro en historia en adición a una maestría en historia completados en University of Central Florida.  Al presente, está por finalizar su segunda maestría en estudios teológicos de Asbury Theological Seminary.  Su pasión es educar al pueblo de Dios y llevarlos a un más completo entendimiento de las Sagradas Escrituras.

 

 

 

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