Epistemología Latina – Repensando la Educación

 In Caminando en Justicia, Liberación e Historia, Teología y Cultura

Los últimos años han traído muchos cambios a lo que se pensaba que era ‘ortodoxo’ o como dirían otrxs, las creencias correctas.[1] Esto es una característica muy cierta dentro de la teología, especialmente después del fin de la era moderna. Hoy día muchos sistemas, métodos pedagógicos y de estudio, no solo de la biblia, sino también de otras disciplinas (como las ciencias sociales, la historia, etc.) que eran considerados objetivos y únicos, son catalogados como métodos, subjetivos y específicos de una era pasada, con la cual tenemos que, como decía un viejo amigo: “nadar en contra de la corriente.”[2]

De la misma forma, desde hace muchos años las teologías contextuales/poscoloniales han sido y siguen siendo la punta de lanza que penetra estas creencias ‘objetivas absolutas.’ Ellas siguen retando las posiciones ortodoxas de la Iglesia global con nuevas perspectivas que de una forma u otra forma, pasan a ser la fuerte voz de aquellxs que no tienen.

La teología de la liberación nos desafió a ver la cara del “pobre.”[3] Sin embargo, esas caras no tenían, en su comienzo, rostros específicos. Mientras tanto, los avances de las teologías contextuales nos instaron a ponerle rostros a estas caras sin fisonomía, que una vez catalogamos de forma general como ‘pobres.’ Las caras ahora tienen el rostro de una mujer, de una niña, de un homosexual, de un inmigrante, de una persona de color, de un autista, etc. Poco a poco, le hemos puesto diversos rostros a aquellxs que ahora clasificamos como oprimidxs. Sin embargo, la tarea no termina en personas específicas. El trabajo debe ser llevado más allá de personas individuales a sistemas, disciplinas, y otras instituciones que siguen oprimiendo a personas vulnerables por todo el mundo.

Además, estos sistemas complejos de opresión (especialmente los sistemas políticos y educativos que existen en muchos países hoy) que están en el poder, siguen haciendo de las suyas para mantener sus rodillas en la garganta de millones de personas bien sea por 9 minutos o 9 siglos.

Pero ¿cuál es el propósito de describir lo que ya sabemos? Y más aún, ¿qué tiene que ver la epistemología (o el conocimiento) con estos sistemas de opresión abstractos que menciono? En este pequeño artículo trataré de romper de lo abstracto a lo específico, un tema que  hallamado mucho mi atención, pero que por una razón u otra nunca le he dado la importancia que merece.

Hace unos días, viendo unos videos en YouTube de problemas y estadísticas migratorias y la dificultad de las fronteras, me encontré con un video que hacia la siguiente pregunta: ¿por qué todos los mapas del mundo están equivocados?[4]

Los autores del video explican que, matemáticamente hablando, hacer un mapa que represente el planeta tierra exactamente como es, es casi imposible, dado a que cada mapa y su autor, debe tomar la decisión entre mantener el tamaño correcto, o la distancia correcta, los ángulos correctos, o la forma exacta de cada país. Los autores explican el proceso de ‘proyección’ a detalle, y le dejan saber al espectador cómo algunos mapas (como el Mercator, que es utilizado hoy día por muchas aplicaciones en las redes sociales y en las escuelas) han sido usados para reforzar el imperialismo colonial europeo.

Los autores proponen que unas de las mejores proyecciones actuales de la tierra es la de Winkle-Tripel, el cual hace un buen compromiso entre tamaño y forma de todos los países. El video concluye diciendo que todas las proyecciones son imperfectas y que es importante entender esto.

A pesar de que aplaudo a los autores del video por traer el tema a la mesa, todavía tengo muchos problemas con la epistemología y la pedagogía que ellos usan y representan en su totalidad. En otras palabras, todos los mapas usados en el video, y toda la crítica que es canalizada directamente a la colonización europea, ignoró la participación actual de nuestras acciones de seguir reforzando estos sistemas didácticos de opresión.

Por ejemplo, los teólogos Miguel De la Torre y Edwin Aponte, ya han criticado el hecho de que “ver y conocer” el mundo como es representado en los mapas no es algo inocente.[5] De la Torre y Aponte, específicamente se están refiriendo a que todos los mapas usados para la educación, no importando la proyección, tienen al ‘norte’ arriba y el sur ‘abajo’, entendiendo que desde el espacio, no hay ni arriba, ni abajo. Esto es particularmente importante para la educación primaria dentro y fuera de los EE.UU. El norte esta siempre encima del sur, el sur, esta ‘debajo’ y para llegar al norte, hay que ‘subir.’ Una ideología agresiva dice que el sur global esta a los pies del norte, y que el norte está arriba por cita divina.

El mapamundi MERCATOR, si es visto desde el espacio, en donde no hay ningún punto de referencia, no tiene ni “arriba” ni “abajo.” El mapa y su interpretación es solo una construcción epistemológica que tiene una agenda colonizadora.

Es casi imposible ignorar la conexión que hay entre la opresión, la epistemología y la pedagogía que es usada para continuar dicha opresión y neocolonización en nuestros países en América Latina. Pero, los autores del video ni siquiera lo ven. No es mencionado, no es pensado, ni siquiera es reconocido o considerado, y este es el punto de mi crítica. Millones de personas continúan utilizando, participando y reforzando estos sistemas opresivos sin ni siquiera saberlo o reconocerlo. Lo mismo se puede decir del racismo y del ahora famoso “privilegio blanco.”[6]

Creo que es tiempo de agregar un rostro mas a las caras de lxs oprimidxs. Quizá solo de una forma simbólica claro está, pero sin duda alguna, de una forma que es bastante necesaria. Y esta es la cara de la pedagogía y del conocimiento marginado. No el conocimiento ortodoxo objetivo falso, ni la pedagogía que mantiene sistemas de opresión, si no del conocimiento contextual que como Latinxs representamos, vivimos, y que es validado por nuestras praxis hoy día. De la misma forma, nuestra pedagogía (y como educamos a las generaciones futuras) debe reflejar una ética que demuestre el carácter de Dios y que le dé validez a la voz del que no la tiene.

Jesús fue claro en esto, tratando de reconfigurar la conciencia de las autoridades de su época, exclamó: “…al cesar lo que es del cesar, y a Dios lo que es de Dios.” (Mateo 22:21, Marcos 12:17, Lucas 20:24). Esta reformulación del conocimiento le costó la vida, pero nos enseñó que, no importando cual sea la estructura de poder que batallamos, (como la estructura financiera de opresión y el imperialismo en este simple ejemplo) tenemos que ser una voz profética en contra de ellas.

Es tiempo de reclamar una educación que traiga liberación y que nos ayude a ver el mundo, no desde una perspectiva de poder, sino desde la perspectiva de las víctimas, y de todxs aquellxs que seguimos crucificando día a día con nuestras acciones y omisiones. Y tú: ¿Qué piensas de nuestro sistema de educación? Y ¿crees que este también necesita liberación? Dejamos saber en los comentarios.

_______________________________________

[1] A pesar de que el término “Ortodoxia” significa creencia correcta, esta idea de tener una “creencia correcta objetiva” ha sido retada por teólogxs de la liberación por muchos años, dándonos a entender que el conocimiento es moldeado por nuestras experiencias, haciendo la objetividad absoluta una imposibilidad. Para más información: Otto Maduro, and Eduardo Mendieta. Maps for a Fiesta: A Latina/o Perspective on Knowledge and the Global Crisis. First edition. (Fordham University Press. 2015).

[2] http://www.servicioskoinonia.org/agenda/archivo/obra.php?ncodigo=169 Accesado julio 20, 2020

[3] Aunque Gustavo Gutiérrez nos dio las primicias del quien es el pobre, teólogos/as como Jon Sobrino, por ejemplo, nos dio mejor vista a lo que esto significa. Para usar el lenguaje de Sobrino: “el pobre es la victima o el pueblo crucificado.” Para más Información: Jon Sobrino. Translated from the Spanish by Paul Burns. Christ The Liberator. A View from the Victims. (Maryknoll, NY. Orbis Book. 2001), 4

[4] https://www.youtube.com/watch?v=kIID5FDi2JQ Accesado julio 20, 2020.

[5] Miguel A. De LA Torre, Edwin David Aponte. Introducing Latino/a Theologies. (Maryknoll, NY. 2001), 11, 12

[6] El privilegio blanco no es nada nuevo, pero solo ahora, después de tanta lucha, es que muchas personas han llegado a ver lo que es, irónicamente, por la participación y denuncia de las personas blancas al tema. El cual nos hace pensar, que el racismo solo es importante, cuando el de raza blanca habla del tema, y que el cambio solo viene, si el/la de raza blanca lo propone. Pero esto es precisamente el problema de clases y poderes que debemos tratar.

Recommended Posts
Showing 2 comments
  • Maria+Rodriguez

    Hace poco leí un artículo sobre los mapas y decía lo mismo. Que fueron hechos sobre un concepto de dominación. Que interesante que ahora lo explicas desde un concepto teológico y entiendo muchas cosas. Creo que debe haber una transformación profunda de la educación. Me acuerdo que el día de la raza nos hacían dibujar las diferencias entre negros, blancos , indios, etc y eso me dejo un pensamiento que los blancos eran los poderosos. Hoy veo cuán equivocada estaba. Si nos instruimos y discernimos tendremos siempre las mismas oportunidades.

    • Jonathan D Sánchez

      Gracias Maria! por ese comentario tan enriquecedor. Adelante!

Start typing and press Enter to search