Respuestas históricas de las comunidades cristianas a las Pandemias-epidemias

 In Caminando en Justicia, Historias, Liberación e Historia

La siguiente es una síntesis interpretativa personal del webinar organizado en un esfuerzo conjunto de la Universidad Metropolitana Recinto Metro y el Seminario Evangélico de Puerto Rico. En este caso, una conversación con el Dr. Carlos Cardoza-Orlandi. La misma trata sobre las respuestas de las comunidades cristianas, a través de la historia, ante epidemias y pandemias.

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Agradecemos al Dr. Cardoza-Orlandi por ponerlo a disposición de nuestro blog. Agradecidos por su docencia a muchos de nosotros/as y por los aportes para este tiempo de pandemia.

La presentación de Cardoza-Orlandi trata de enfocarse en las respuestas teológicas, las respuestas prácticas y las respuestas civiles de las comunidades cristianas en las distintas pandemias y epidemias en la historia de la humanidad. No solo lo hace desde las narrativas teológicas sino que recurre al arte como fuente histórica para rescatar esas memorias del pueblo cristiano. Memorias de las experiencias y expectativas, centrándose en cuáles fueron las respuestas de las comunidades cristianas al desafío de epidemias y pandemias en la historia humana, redescubriendo el testimonio cristiano en medio de las mismas.

Comienza destacando una frase de Thomas Merton, que fue como muchos de ustedes saben uno de los teólogos de profunda espiritualidad del siglo XX. En su libro “Pensamiento en la soledad, aspectos de la vida espiritual”, él escribe lo siguiente: “vivir es un constante ajuste del pensamiento a la vida y de la vida al pensamiento (y aquí pensamiento es elemento de la memoria, pensamiento como un ejercicio a la memoria, aclara Cardoza-Orlandi) de tal manera que siempre estamos madurando, siempre experimentando lo novedoso en lo viejo, y experimentar lo viejo en lo novedoso”.

Cardoza-Orlandi aclara que la vida siempre es novedosa y hacer este ejercicio de hacer memoria de lo viejo en esta novedad de pandemia, es el desafío que tenemos.

Luego de repasar las diferentes respuestas de las comunidades cristianas, a través de la historia, ante las principales epidemias y pandemias, el plantea como reflexión final que debemos tomar seriamente que la teología históricamente instruye las prácticas de misión y de servicio. Y que no podemos ser ingenuos, ya que ha habido casos en que una teología es contraria a la dignidad humana. Debemos prestar profunda atención con las prácticas, porque aunque hayan sido prácticas que fueron motivadas por la caridad, no necesariamente significa que la misma, sea una teología pastoral con un sentido de dignidad humana.

Para concluir sostiene que comunidades cristianas que asumen una diferencia entre lo espiritual y lo corporal, y que tienden a tomar actitudes agresivas frente a la política pública de salud, son lamentablemente una de las cosas que hemos visto en algunas reacciones de las comunidades cristianas hoy.  Hay ocasiones en que una teología oficial de una o más comunidades son incoherentes con las prácticas de servicio.  Esto para Cardoza-Orlandi es notable en relación con las mujeres. El plantea que está convencido que las mujeres en la historia del cristianismo podrán tener ciertas ideas teológicas o podrán tener que vivir bajo un régimen teológico contradictorio,  pero su práctica era una práctica que es mucho más justa y mucho más conmovedora y de solidaridad humana.

Por último menciona que en la actualidad, tenemos nuevos avances científicos y el cristianismo es una religión que desafortunadamente siempre ha tenido una pelea con la ciencia y aunque eso está cambiando, se debe avanzar mucho más. El diálogo con la ciencia, con la salud pública serán desafíos claves por delante en la experiencia misionera de las comunidades cristianas.

Concluye que este recuento histórico pueda ayudarnos a recuperar nuestra conciencia histórica y a configurar cómo vamos a entender lo que nos está pasando hoy, de forma que en el futuro podamos dar testimonio de fidelidad.

Luego hay varias preguntas que contesta en vivo, que le enviaban las personas presentes virtualmente.

Compartimos este insumo muy importante para nuestra reflexión teológica pastoral, con el fin de ser fieles a la Misión de Dios en esta pandemia y en lo que se vendrá en la llamada pos-pandemia. Seguramente situaciones muy desafiantes en relación a la diaconía cristiana y su presencia misionera y profética.

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