Frozen II: Cinema y Misticismo
La franquicia Frozen producida por el gran titán World Disney Animation Studios, ha sido una de las más influyentes entre niñxs y adultxs en esta última década. Las audaces hermanas, Elsa y Anna, han capturado la imaginación de muchxs con sus aventuras y amor fraternal. De acuerdo con las cifras de Box Office Mojo, la película lanzada en el 2013 hizo $1.28 billones en ventas. En adición, con su más reciente secuencia Frozen II, lanzada en el 2019 hizo $1.5 billones. Sin duda alguna, la franquicia ha conmovido el interés de inversionistas en el negocio del entretenimiento. En lo personal, ambas películas me agradaron, sin embargo, Frozen II me llamo más la atención. En esta segunda película, la trama se desarrolló con base en un sinnúmero de simbolismos espirituales llenos de dualismo que pueden ser interpretados de diversas maneras. A través de este análisis filosófico, intentó describir estos símbolos y hablar de sus similitudes con elementos de las teologías contemporáneas, y así ofrecer una observación de qué tan vigente es el concepto de religión en las sociedades del siglo XXI.
El primer simbolismo espiritual es el mito del bosque encantado. En esta última película, a pesar de que la felicidad existía en el reino de Arendelle, Elsa se sentía inestable al escuchar una misteriosa voz que venía de un bosque hechizado. Los mitos eran muy comunes en las antiguas civilizaciones, en ellos las antiguas civilizaciones celebraban y describían sus más importantes creencias. Muchas de las mitologías ayudaban a explicar y entender en términos simbólicos la naturaleza del cosmos y el lugar de lxs humanxs en el mundo. Los mitos describían a los seres de este mundo “oculto”, lxs diosxs mismos y lxs humanxs extraordinarixs que comulgaban con lo divino. Ejemplos de este fenómeno se pueden ver en las literaturas de las religiones monoteístas como el judaísmo, cristianismo e islamismo. Para ser más específico, esto se puede ojear en las escrituras judías y cristianas en Éxodo 3:2-4, con el ejemplo de Moisés y el arbusto en llamas. En esta ocasión, el encuentro sobrenatural de Moisés se puede categorizar como un mito,[1] ya que el lenguaje en sí es evidencia de una realidad superior, una dimensión sagrada más allá de la experiencia humana.
El segundo simbolismo espiritual es la manifestación del animismo. Resulta ser que, a través de la magia practicada por Elsa, los cuatro espíritus: aire, fuego, agua y tierra, habían despertado y se encontraban en el bosque hechizado. La historia hace referencia a una tribu de indígenas que convivían en el bosque, y me gustaría enfatizar que dicha tribu fue inspirada por un grupo de indígenas llamados Sámi, localizados en la región norte de Escandinavia. En la religión Sámi, el animismo es practicado en sus tradiciones. El animismo abarca toda una serie de creencias según las cuales tanto los objetos, como personas, o cualquier pieza de la naturaleza poseen un alma y conciencia propia. Dentro del tema de que la naturaleza posee una alma y conciencia propia, me gustaría distinguir entre panteísmo y panenteísmo. El primero consiste en la idea de que el universo, la naturaleza y Dios son lo mismo. El segundo consiste en la idea de que el universo y la naturaleza dan a conocer a Dios, pero no son Dios. En otras palabras, el gran poder de la naturaleza testifica del gran poder de Dios, sin embargo, no significa que ambos son la misma fuente.
El tercer simbolismo espiritual se encuentra en la creencia de que el agua tiene memoria. Elsa, en su intento por comunicarse con los espíritus del bosque, acude al agua como una herramienta para poder entender el pasado. En el desarrollo de esta aventura, se relata un río especial llamado, Ahtohallan, lleno de memorias y profundas verdades. Y aunque el río Ahtohallan no exista y sea solo parte de un cuento de hadas, para algunas personas creer que el agua tiene memoria no es una idea extraña. Existen teorías, aún no comprobadas, donde usan la glaciología como ejemplo para demostrar que los datos colectados por glaciólogxs en Antártida, es suficiente para entender que el agua contiene memoria que nos informa de nuestro pasado.
Hay dos teologías contemporáneas[2] las cuales me gustaría mencionar como referencia hacia los misticismos de la película. La primera es conocida como el Movimiento de la Nueva Era. Esta teología es ecléctica, es decir, que sus valores y doctrinas están compuestos de diversos sistemas. Este movimiento puede ser descrito como una red de redes, todas trabajando simultánea e independientemente. Es importante entender que mientras estas redes pueden compartir ciertas características comunes, cada una tiene su propio impulso único, y algunas pueden diferir notablemente de otras. Líderes reconocidos bajo esta filosofía han sido Helena Blavatsky, Annie Besant, Krishna Murti y Edgar Cayce. Una de sus peculiaridades es el panteísmo, creen firmemente que Dios es todo y todo es Dios. Otros componentes de este movimiento son la reencarnación, el relativismo y esoterismo. Esta teología se expandió en la década de los 1960 como una respuesta hacia la desilusión de que la fe cristiana no respondía a los problemas de la sociedad adecuadamente, por ende, muchxs le dieron la bienvenida a los pensamientos del movimiento de la Nueva Era como posibles estilos de vida.
La segunda teología es conocida como la Espiritualidad de la Creación. Esta intenta regresar a las raíces radicales y místicas donde la Iglesia una vez comenzó. Muchxs de sus seguidores reconocen la Espiritualidad de la Creación no solo como una tradición, pero también como un movimiento basado en gran parte en la cosmología. Su fundador fue Matthew Fox, graduado del Instituto Católico de París con un doctorado en historia y teología de la espiritualidad. Para Fox, el misticismo es esencial en el procedimiento para que lxs humanxs experimenten personalmente lo divino. Fox recalca que todas las religiones poseen aspectos místicos, “lxs creyentes conservan la creencia vital en una realidad trascendente sólo mientras se comuniquen con esa realidad por experiencia directa.” Otros componentes de este movimiento son: 1) La santa trinidad de la ciencia (conocimiento de la creación); 2) Misticismo (experiencia en unión con la creación y sus misterios); y 3) El arte (expresión de nuestro asombro a la creación). Similar a los espíritus atrapados en el bosque, Fox considera el aire, fuego, agua y tierra como sacramentos primarios.
Ahora bien, ¿qué podemos aprender de todas estas cosas? Primero, creo que podemos apreciar qué tan visibles están las religiones en lo cotidiano. El progresismo y los avances tecnológicos han acaparado muchos sistemas de fe, sin embargo, la espiritualidad expresadas de diversas maneras, continúa siendo parte de la creación. Segundo, estas filosofías y teologías nos exponen a tratar con la naturaleza de manera diferente. Por ejemplo, en el pasado muchos grupos indígenas confiaban en la naturaleza no sólo porque venía de Dios, sino porque entendían que sus vidas dependían de ella. Cuidaban de la naturaleza no necesariamente por mayordomía (obligación), sino por supervivencia (necesidad). Aprendamos de las religiones indígenas a utilizar los dones de la naturaleza para nuestro bienestar. Tercero, al final de la película se descubre un quinto espíritu (además de aire, fuego, agua y tierra) que viene siendo Elsa. En última instancia, Elsa reconoce su gran responsabilidad como intermediaria entre ambos mundos, lo físico y divino. Considero que, en esta narrativa, Elsa representa la raza humana. Es en el humano, (el mundo intermedio) en donde se manifiestan estos símbolos espirituales, como el chamanismo, ocultismo, esoterismo, misticismo, animismo, entre otros. Y como canta Elsa, arriésgate a explorar y aprender del conocimiento Mucho Más Allá.
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[1] Notas para la definición ‘mitología en la biblia’: Cuando utilizo la palabra ‘mito’, no necesariamente me refiero a la connotación de falsedad, sino en referencia a una definición socio-teológica. Este acercamiento sociológico no se enfoca si la ‘idea’ es verdad, sino que solo analiza si los proponentes eran considerados como una verdad. De acuerdo a John N. Oswalt, “señala que los creadores de mitos cuentan sus historias para transmitirles algo sobre el mundo … esto significa que la validez de los “conceptos-mundanos”, el vehículo que se está utilizando, no tiene importancia. Por lo tanto, tal definición iguala el uso de la Biblia de la narrativa histórica con el uso de Babilonia de los ciclos de la naturaleza. Ambos son simplemente vehículos que se utilizan para transmitir la percepción de realidad de cada cultura.”
[2] Notas para la definición ‘teología’ de acuerdo al autor: A pesar de que esta definición no sea aceptada por la mayoría de teólogos/as, cuando utilizo la palabra teología, como por ejemplo, teología contemporánea, me refiero a cualquier investigación que trate de entender la relación entre culturas, subculturas y religiones o movimientos de seres humanos que están en búsqueda de lo trascendente y metafísico.
Lo que haz explicado con respecto a esta película es una gran verdad, si bien la mente de un niñx no está tan desarrollada como para discernir todos estos conceptos, pero si! las imágenes son grabadas en sus pequeñas mentes de tal forma que ellxs te pueden relatar cada escena sin olvidar detalles, la influencia sobre nuestra niñez es tan fuerte que ellxs toman estos personajes tan suyos que hasta tratan de imitarlos. Como administradora de un Centro infantil puedo dar fe de que muchos de los comportamientos que vemos a diarios es reflejo de lo que ven en películas como esas, el mundo de las tinieblas siempre atacará lo más vulnerable de nuestra sociedad y mientras los padres vivan en lalalandia y pongan a un T.V como niñerx de sus hijxs, ellos quedarán atrapados en un mundo irreal.
Muy buen artículo Santos-O’neill
Andrea, Gracias por el comentario!
Que Dios te bendiga!
Gracias Alex por tu aporte . Muy creativo y sugerente en relación a la teología contemporánea que como dices… intenta relacionar la búsqueda trascendente actual y la reflexión sobre ella.
Voy a ver la película … Gracias por eso. Me hizo acordar de la trilogía matrix y de lo sugestivo de esas películas para una lectura teológica.
Traer el tema de la espiritualidad de la creación me parece muy pertinente en este tiempo de pandemia.
Abrazo grande
Pablo Guillermo Oviedo