COVID Y Religión: Cuando la Idolatría se Impone a la Salud (Parte I)
Desde que la pandemia brotó, de acuerdo con Centro de Control y Prevención de Enfermedades, solo en los EE.UU., ha habido aproximadamente 723,880 muertes atribuidas al COVID-19 en certificados de defunción.[1] La Universidad de Johns Hopkins estima que la cifra internacional sobrepasa los 4 millones.[2] Sin embargo, muchos/as epidemiólogos/as comentan que la luz al final del túnel es visible y es muy probable que esta pesadilla mundial culmine. De acuerdo con los/as epidemiólogos/as, esto solo será posible siempre y cuando tomemos precauciones y nos vacunemos. La práctica de tomar precauciones como por ejemplo, el uso de mascarillas, distanciamiento social y lavarse las manos, nos han ayudado a prevenir que el virus se disperse más allá de lo incontrolable, empero no ha sido lo suficiente. La vacuna contra el covid nos brinda una oportunidad de tener buena salud y cuidar de nuestro prójimo. Ciertamente, esta narrativa puede ser la realidad para algunos/as, pero no para todos/as ya que se han visto manifestaciones alrededor de los EE.UU contra la vacuna del covid, específicamente en el sector religioso. Para algunos/as religiosos/as la vacuna contra el covid en vez de un rescate, ha sido una inconveniencia. En cierta medida, estos/as religiosos/as acuden a su derecho civil y explican que su religión les impide vacunarse. ¿Lograrán estos/as peregrinos/as tener una exención religiosa contra la vacuna del covid? ¿Tendrán razones legítimas para no vacunarse? Y, ¿qué tiene que ver la religión con las vacunas? En específico, hablaremos sobre la interacción antropológica y teológica entre la vacuna covid-19 y los/las Cristianos/as Evangélicos/as.
Por muchos años, la salud y por lo general las enfermedades, han sido de gran interés para las religiones. En tradiciones antiguas, se solía pensar que cualquier tipo de enfermedad provenía de poderes sobrenaturales y que estos solo podían ser sanados por otros seres divinos a través de diferentes rituales como la adoración, oración y ofrendas. Tales creencias todavía siguen vigentes en nuestras sociedades. Incluso, «en un estudio transcultural de 139 sociedades, George P. Murdock descubrió que solo dos sociedades no tenían la creencia de que los dioses o los espíritus pudieran causar enfermedades, por lo que esa creencia era casi universal. Y el 56 por ciento de esas sociedades pensaba que los dioses o los espíritus eran las principales causas de enfermedad.»[3] Existe la posibilidad de que algunos/as religiosos/as quieran buscar ayuda en los poderes divinos para protegerse del virus y no en la vacuna que puede generar anticuerpos. Por estas y otras razones, disciplinas como la antropología médica se dedica a estudiar específicamente la salud y la enfermedad y su conexión con creencias y prácticas asociadas con las culturas. Se han dado cuenta que los factores sociales deben tenerse en cuenta si queremos entender y reducir el sufrimiento humano.[4] Las religiones, como instituciones sociales, tienen la habilidad de influenciar el comportamiento de sus seguidores/as, especialmente en temas como política, economía y salud. Es por esta razón que, antropólogos/as médicos/as utilizan la etnomedicina para poder entender mejor las prácticas religiosas y culturales de ciertos grupos en específico y analizar cómo estas afectan su salud.
Antes de discutir si las razones de algunos/as religiosos/as para no vacunarse son válidas, tenemos que hablar sobre la base en la que ellos/as pueden ejercer este derecho. Este dilema comienza con la orden mandatoria, en algunos lugares de trabajo, donde a los/as empleados/as se les requiere que reciban la vacuna covid-19. Cualquier empleado/a que se niegue a vacunarse podría correr el riesgo de ser suspendido/a, sancionado/a o despedido/a. Según la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo de EE. UU., bajo el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964, prohíbe a los empleadores con al menos 15 empleados/as, así como a las agencias de empleo y los sindicatos, discriminar en el empleo por motivos de raza, color, religión, sexo y origen nacional.[5] En el momento que algún empleado/a es obligado/a a vacunarse, sin ninguna alternativa, y castigado/a por negarse, basado en motivos religiosos, automáticamente se convierte en una violación a sus derechos civiles. La opción a un tipo de alternativa para empleados/as es muy importante, ya que dentro del Título VII, se requiere que un empleador, una vez que se le notifique que se necesita una adaptación religiosa, acomode razonablemente a un empleado/a cuya creencia, práctica u observancia religiosa sincera entra en conflicto con un requisito laboral, a menos que hacerlo suponga una dificultad excesiva.[6] La “dificultad excesiva” está a la descripción del empleador.
La primera razón por la que algunos/as religiosos/as se abstienen de la vacuna covid-19 es por la posibilidad del uso de células fetales. En el pasado, laboratorios han utilizado células fetales para el desarrollo de diferentes tipos de vacunas. Estos avances científicos han sido muy eficientes, ya que las células fetales son más tolerantes a las condiciones hipóxicas en comparación con las células fenotípicamente similares derivadas de tejido más maduro.[7] Una condición hipóxica, dentro de la disciplina de la biología y medicina, es una condición del cuerpo en la que los tejidos carecen de oxígeno.[8] La práctica del uso de tejido fetal en el desarrollo de vacunas lleva tiempo y es muy común en investigaciones farmacéuticas. Históricamente, las líneas de células fetales se derivaron en las décadas de 1960 y 1970 de dos abortos electivos y se han utilizado para crear vacunas para enfermedades como la hepatitis A, la rubéola y la rabia.[9] En consecuencia, por medio de estos avances en la medicina, hemos podido crear anticuerpos que nos protegen y en muchos casos, nos han salvado la vida. Esto puede traer mucha controversia, especialmente para aquellos/as que se dedican al estudio de la bioética, ya que de una situación poco ética para algunos/as, como un aborto espontáneo o un aborto electivo, se han valido los científicos/as para hacer avances médicos que han beneficiado la gran mayoría de la humanidad. Ciertamente, este tipo de método de investigación puede ser alarmante para los grupos religiosos, como los/as Cristianos/as Evangélicos/as, que se oponen al aborto. Ellos/as piensan que por haberse usado tejidos fetales en las investigaciones originales décadas atrás, las vacunas han de contener partículas fetales y que de alguna forma u otra los hace partícipes del aborto. Sin embargo, este razonamiento está muy lejos de la verdad. Para llegar a esta conclusión, tenemos que entender el proceso de cómo se utilizan las células humanas en la creación de la mayoría de las vacunas.
¿Por qué las células humanas son preferibles a la hora del desarrollo de vacunas? De acuerdo al Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles, las empresas farmacéuticas prefieren las líneas celulares humanas a otras células porque: primero, los virus necesitan células para crecer y los virus tienden a crecer mejor en células de humanos que de animales; segundo, las células fetales se pueden utilizar durante más tiempo que otros tipos de células; y tercero, las células fetales se pueden mantener a bajas temperaturas, lo que permite a los/as científicos/as seguir utilizando líneas celulares de hace décadas.[10] Por lo tanto, aunque se usaron líneas celulares fetales en el inicio de las investigaciones en los laboratorios, para desarrollar o fabricar vacunas COVID-19, las vacunas en sí mismas no contienen células fetales abortadas.[11] Es importante subrayar que, la Secretaría de Actividades Pro-Vida, un comité dentro de la Conferencia de Obispos Católicos de los EE.UU., ha declarado: “ni Pfizer ni Moderna utilizaron un línea celular derivada del aborto en el desarrollo o producción de la vacuna. Sin embargo, tal línea celular fue utilizada para probar la eficacia de ambas vacunas. Por lo tanto, aunque ninguna de las vacunas está completamente libre de cualquier uso de líneas celulares derivadas del aborto, en estos dos casos el uso está muy alejado del mal inicial del aborto.[12]
En el próximo artículo hablaremos de cómo el vacunarse puede ser interpretado como un acto de amor para con nosotros mismos y nuestro prójimo. También hablaremos de cómo algunos/as Cristianos/as Evangélicos/as creen que la vacuna covid-19 forma parte de las profecías escatológicas que se ocupan de los acontecimientos que inician el fin del mundo, y que nos dicen que la venida de Jesucristo se aproxima.
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[1] Centers for Disease Control and Prevention, National Center for Health Statistics, https://www.cdc.gov/nchs/covid19/mortality-overview.htm. Accedido 10/26/2021.
[2] John Hopkins University and Medicine, COVID-19 Dashboard by the Center for Systems Science and Engineering (CSSE) at Johns Hopkins University (JHU) https://coronavirus.jhu.edu/map.html. Accedido 10/26/2021.
[3] Carol R. Ember and Melvin Ember, “Cultural Anthropology”, (Hoboken, NJ: Pearson Education, Inc., 2015), 391.
[4] Ember and Ember, “Cultural Anthropology”, (Hoboken, NJ: Pearson Education, Inc., 2015), 389.
[5] U.S. Equal Employment Opportunity Commission, https://www.eeoc.gov/laws/guidance/questions-and-answers-religious-discrimination-workplace. Accedido 11/02/2021.
[6] EEOC, https://www.eeoc.gov/laws/guidance/questions-and-answers-religious-discrimination-workplace. Accedido 11/02/2021.
[7] Alberto Dionigi, Encyclopedia of Tissue Engineering and Regenerative Medicine, https://www.sciencedirect.com/topics/engineering/fetal-cell, 2014.
[8] Yamini Chauhan, Parul Jain, Gloria Lotha, Emily Rodriguez, Kara Rogers, Hypoxia Medical Condition, https://www.britannica.com/science/hypoxia. Accedido 11/02/2021.
[9] Los Angeles County Department of Public Health, http://publichealth.lacounty.gov/media/coronavirus/docs/vaccine/VaccineDevelopment_FetalCellLines.pdf. Accedio 11/02/2021.
[10] LACDPH, http://publichealth.lacounty.gov/media/coronavirus/docs/vaccine/VaccineDevelopment_FetalCellLines.pdf. Accedido 11/02/2021.
[11] LACDPH, http://publichealth.lacounty.gov/media/coronavirus/docs/vaccine/VaccineDevelopment_FetalCellLines.pdf. Accedido 11/03/2021.
[12] United States Conference of Catholic Bishops, Secretariat of Pro-Life Activities, https://www.usccb.org/resources/Answers%20to%20Key%20Ethical%20Questions%20About%20COVID-19%20Vaccines.pdf. Accedido 11/03/2021.
No sé si es por fanatismo o por ignorancia, pero si esta es la razón principal por la que este grupo de religiosos no quieren vacunarse contra el Covid 19 creo que necesitan educarse. Aunque pienso que más que por esta razón, los religiosos (sin ofender) o un grupo de ellos, no se vacunan por seguir a su pastor y las instrucciones que él o ella les imparte e impone en su iglesia.
Gracias Raquel por el comentario! La educación es muy importante.
Gracias!